Nací el 24 de febrero de 1953, en Soto del Barco, Asturias,
Creo que siempre he vivido con un pincel entre los dedos.
Tomé clases nocturnas de dibujo y pintura cuando era joven, y mis primeros cuadros
estaban inspirados en el surrealismo y la sociedad de la época.
Mi primera manifestación pública, a mediados de los setenta, fue la decoración de un escenario para las necesidades de un espectáculo flamenco en Bruselas.
Desde entonces he conocido momentos ricos en actividad e inspiración, hasta que en los últimos años dos aspectos importantes me han hecho tomar un turno sobre el gran camino del arte.
La primera es que antes pintaba solo al óleo, y con el tiempo descubrí el acrílico, el cual he adoptado por completo porque esta pintura que tiene la ventaja de secarse muy rápido, corresponde mejor à lo que buscaba. Para mí los resultados han superado mis expectativas.
Sin embargo, no abandono la pintura al óleo a la cual, vuelvo de vez en cuando.
La segunda es que desde hace un tiempo, he encontrado mi propio estilo, un viaje entre la astronomía, el abstracto y mi propia fantasía.
Combinando dos pasiones, mi admiración por el Cosmos, y mi amor por la pintura, y particularmente adoptando temas que tocan a nuestro fascinante Universo.
Dado el éxito de mis obras "celestiales", me empezaron a llamar "El pintor de las estrellas" porque, aunque abordo prácticamente todos los temas, mi fuente de inspiración por excelencia, sigue siendo por el momento la astronomía con sus misterios, sus sueños y sus ¡inconmensurables dimensiones!
Entre otros premios, he sido recompensado por tres veces por la Asociación “Amigos de la Cité de l’Espace” (Toulouse-Francia) por mis astronómicas pinceladas.
Con mis temas a medio camino entre “realidad” y ficción, con más de cuarenta exposiciones en Bélgica, Francia y España detrás de mí y con mis composiciones de colores cálidos y vivos donde predomina profundidad, luz y sombra, creo que formo parte de la gran estirpe de pintores surrealistas.
Antonio Carreño